Por Sandra Ceballos [*]
Las mujeres indígenas del Enlace Continental de Mujeres indígenas, a través de nuestra organización CONAMI-ECMIARS, estuvimos presentes en Río+20, que tuvo lugar del 20 al 22 de junio, con la participación de 45 mil personas, entre delegados/as, periodistas y representantes de 193 países; allí pudimos compartir con otras mujeres de distintos lugares del mundo nuestras preocupaciones y afán de poder insertar nuestra temática en el documento final de los estados.
El 21 de junio se llevó a cabo la Cumbre de Mujeres Líderes sobre “El Futuro Que Quieren Las Mujeres”, en el Centro de Convenciones Riocentro, de Río de Janeiro, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río +20), con la presencia de la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff.
La igualdad de género como uno de los pilares del desarrollo sustentable y el empoderamiento de las mujeres fueron los ejes de la cumbre de mujeres líderes que reunió a cuatro presidentas, tres primeras ministras y cuatro ex mandatarias, encabezadas por la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet.
Muchas de las disertantes aportan críticas al documento final de la Conferencia sobre Desarrollo Sustentable, que en su capítulo de igualdad de género eliminó toda referencia a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y hubo consenso en la necesidad de “profundizar la lucha para garantizar la ampliación de los derechos y el empoderamiento de las mujeres”, palabras de Bachelet: “El documento reafirma el valor de la lucha contra todo tipo de discriminación con las mujeres, por la igualdad de su participación y su lugar decisivo para un desarrollo sustentable” quien explicó acerca de los derechos no incluidos: “es un resultado del consenso, algunos países no han estado de acuerdo. Por eso hoy hemos hecho un llamado a toda la diversidad cultural de las mujeres en el mundo a seguir en la lucha para lograr la inclusión de todos los derechos, que ya se encuentran plasmado en las declaraciones de las Mujeres Indígenas, Afroscendescendientes y en particular como la CEDAW de todas las mujeres del planeta”.
Además de Bachelet, estuvieron las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff; de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda: de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, y de Lituania, Dalya Grybauskaite.
En la apertura, Bachelet destacó que en 20 años, desde la Cumbre de la Tierra de 1992, el papel de las mujeres en las posiciones de liderazgo ha crecido. Hubo aplausos, pero también protestas: activistas feministas desplegaron un cartel con la leyenda “Río+20 Traición a las mujeres del planeta”.
Dilma destacó que Río+20 “presenta la posibilidad de incorporar los derechos de las mujeres al plano del desarrollo sostenible”, es decir, haciendo un uso racional de los recursos naturales cuidando el medio ambiente. “El papel de las mujeres es fundamental para el desarrollo de la ciudadanía plena, y en Brasil son las mujeres las grandes aliadas para la erradicación de la pobreza”, dijo. Convocó a “fortalecer el empoderamiento de las mujeres” y advirtió que la crisis económica y financiera contribuye a “precarizar derechos: las mujeres y las niñas son la cara principal de la pobreza en el mundo”.
Luego, Chinchilla Miranda, de Costa Rica, destacó los méritos de su país: desde que hace más de medio siglo que no tiene ejército, por lo que “todas las mujeres saben que sus hijos no van a morir en una guerra”, hasta “la participación femenina de un 40 por ciento en puestos legislativos”, incluyendo el dato de que el 90 por ciento de la energía que se genera en el país es renovable.“Nunca han estado las mujeres más preparadas para el liderazgo y nunca el mundo ha estado más necesitado del liderazgo femenino”, enfatizó la mandataria.
También intervinieron la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller, y su par de Australia, Julia Gillard, que coincidieron en destacar“la necesidad de la igualdad de género como uno de los pilares del desarrollo sustentable, con inclusión”.
El discurso más duro fue de la ex mandataria Mary Robinson, ex primera ministra de Irlanda, reprochó la debilidad del documento negociado. “No debe haber ningún retroceso en materia de derechos. Porque los derechos reproductivos son esenciales para las mujeres”, sostuvo Robinson, militante feminista y luchadora por los derechos humanos. Su discurso fue el más aplaudido. A su cuestionamiento se sumó la ex primera ministra de Finlandia Tarja Halonen, que manifestó su “frustración” por el resultado final del documento.
Dilma respondió destacando que el documento obtenido es el resultado del multilateralismo. “Hasta hace unas décadas las relaciones internacionales eran producto del bilateralismo, de posiciones hegemónicas que se imponían al resto de los países. Hoy se toman en consideración posiciones diversas”, destacó, para explicar el porqué de las concesiones. “No estamos satisfechos con el resultado”, aclaró Bachelet en el cierre del encuentro. Y convocó a los movimientos de mujeres a seguir impulsando “una plataforma común para alcanzar un estadio mejor” en la igualdad de derechos.
En el texto aprobado hay un capítulo dedicado a Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, se reafirma el rol vital de las mujeres y de la igualdad de participación y liderazgo en todas las áreas del desarrollo sustentable.
Las mujeres indígenas seguiremos bregando por nuestros derechos que están incluídos dentro de los derechos colectivos propios de los pueblos indígenas, como así también dentro de la comunidad universal de mujeres.
DECLARACION DE LAS MUJERES INDÍGENAS EN BEIJING: